viernes, 27 de noviembre de 2009

Soledad por intravenosa

El ojo del huracán se ha quedado atrás en el camino. Las pesadillas vuelven a morder tu cuello de manera impaciente. El dolor te reconcome por dentro, ni tus tripas han sobrevivido después de tanta tortura. Por la espesa sangre de tus venas corre el más amargo veneno que ha probado ese pequeño cuerpo; los pulmones se esconden tras tus costillas con el temor de ser encontrados; la impotencia se aferra a tu pecho; tus dientes retienen la lengua con el objetivo de apagar un grito de socorro.

Desde que te inyectaron la soledad por intravenosa tu cuerpo ha pasado por todas las posibles fases, has guardado la verdad en el bolsillo, esperando olvidarte de ella como si se tratara de una simple moneda; has llorado más que nunca y aún más odiado; la autocompasión introdució su dulce ponzoña dentro de ti y ahora simplemente le has dado la vuelta a la tortilla. Te has dado cuenta que no estas rodeada de sombras. Estúpida, la sombra eres tú, ya que el defectuoso mecanismo que se encuentra dentro de ti deja mucho que desear. La madera está demasiado podrida como para soportar tanto peso. Aún fuistes más idiota cuando tuvistes las genial idea de domesticar tus emociones como si de animales de circo se trataran. Afronta que solo tienes dos opciones: acabar con todo o empezar de nuevo.

Solo por un segundo te planteas recurrir a la opción más fácil... Parece tan dulce, tan irremediablemente sencilla. Acabar con todo suena tan apetecible. Pero la toalla está demasiado alta y tú eres demasiado pequeña para tirarla. Final tan agridulce para una vida sin sentido.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Es más el odio que la tristeza contagiada

Voz que azota a tu espalda mientras habla de sus pocas ganas de vivir, no, esta vez no es tu conciencia la que te atormenta. Hoy los gritos de horror son salidos de las cuerdas vocales de una garganta cercana a ti, cuando te viras a mirar visualizas una cara que reconoces, y que refleja tristeza podrida que inmediato se une con la tuya. Pero es más el odio que la tristeza contagiada, puesto que aquella maldita garganta no sabe callarse, no sabe tragarse su sufrimiento como tú habrías hecho en su caso y no es consiente de que la tenue, casi apagada, luz de su mirada se refleja en tu cara y se siente como un puñal ardiente en el cuello. Mientras tanto el fuego sube por tu estómago hasta que llega al esófago y grita sin ser escuchado, puesto que hacer ruido nunca te ha gustado. Aunque esta vez estaría bien matar los gritos de horror de esa estúpida garganta con gritos de odio.

Tan solo pides clemencia, o al menos un descanso... Un poco de paz. Los pasados momentos de felicidad se enturbian en torno a las sonrisas y gestos desenfadados, que un día fueron protagonistas de lo que ahora deberían ser buenos recuerdos, lo serían si no fueran por las ansias locas de que vuelvan. No hay nada más triste que recordar una sonrisa cuando estas cubierta de lágrimas. Y es que sus palabras escuecen como sal en una herida. Herida que recuerdo que te hicistes tu sola... Y que ahora no hay ni una persona que no meta el dedo en ella, inconsientes de ello, ya que nadie te conoce suficiente como para acertar en la diana queriendo. Tampoco tienen la culpa de ser tan idiotas y tú tan poco tolerante.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Festín para las pesadillas.

La presión de su pecho se ha extendido hasta la espalda... Está empezando a volver a vivir, a volver a sentir... No, no es una buena noticia, no es precisamente bueno lo que está sintiendo...

21:40

Por fin ha acabado de estudiar, el día se le ha hecho eterno desde que se levantó por la mañana. La mañana supuso como siempre una gran tortura, no le es nada agradable despertar del único momento en el que es feliz. El único momento en el que la presión de su pecho desaparece, hasta que la luz del día se entromete en su habitación y como de costumbre susurra su cartacterístico ruido silencioso, que causa el principio de otro insignificante día. Estúpida mañana, siempre lo extropeas todo, ojalá no existieras.

Al acabar se le presenta por delante toda una noche libre para pensar, eso no es bueno. No es bueno para una persona como ella y menos hoy. Esta noche será un gran festín para las pesadillas... Como principal plato la placenta de nuevos sentimientos acabados de nacer. Como segundo el jodido susurro que no para de quejarse detrás de su oreja. Finalmente, como postre toda clase de complejos propios de una atormentanda adolescente idiota y sobre todo diferente... Demasiado diferente, más de lo que ella hubiese deseado.

23:27

Era de esperar que iba a explotar. Grita sin ser escuchada, puesto que hacer ruido no está entre sus preferencias. Era de esperar... Demasiada tormenta, demasiados sentimientos en un pequeño cuerpo que, en tan poco tiempo, ya se había acostumbrado a no abarcar ninguna emoción. Y hoy, justo hoy debían usar su cuerpo como campo de batalla para revolucionarse, hartos del ambiente de putrefacción en el que se encuentra su ama. Ambiente que le afecta tanto, nunca había sido tan receptiva. Aparentemente la presión de su pecho ha originado un agujero en él donde se almacena todo lo malo que encuentra en su camino.

1:09

Ahora simplemente se dedica a Intentar escribir sobre él, pero le es imposible. Demasiadas ñoñerías salen de su mente, suficientes para ruborizar a la reina de la ironía, título del que ha sido proclamada por decisión propia y del que desgraciadamente nunca podrá desprenderse.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Vivir no es sentir, sentir es vivir.

Vivir no es sentir, sentir es vivir.

Ajám, debe estar muerta... Su corazón late por pura tradición, su identidad se ha ido lejos... Es obvio a donde se ha ido, es normal... Lo más lógico. Lo más lógico para ella.

Sus ojos se abren como cada mañana, confudida por el sueño se pregunta qué día es hoy, al instante se da cuenta de que no sirve para nada saberlo, es una tontería cuando todos sus días son iguales: estúpidos, sin sustancia, inútiles, imbeciles... Cualquier adjetivo que signifique que su vida es una verdadera farsa vale. Da igual que sea sabado o lunes, para ella no supone ningún cambio, quizás ese día se eche unas risas y sonría... Sonrisa falsa, artificial e irónica. Irónica como todo en ella, se ha convertido en una gran maldita ironía: respira sin vivir, vive sin sentir. No tiene ningún indicio que indique que deba sentir, ella misma decidió suicidar sus emociones, no fue nada dificil. Mejor abrazar a la tristeza de una maldita vez, antes de ver como la felicidad se trasforma poco a poco en esta. Mucho mejor decirle adiós, aunque una parte de ella quiera que surja algo por arte de magia y que todo se arregle. Sabe que la magia no existe, lo imposible no se logra, el hasta luego aquí no pinta nada.

[...]

Como es de costumbre, su pequeño ánimo desvanece por la noche, donde los recuerdos se intesifican... El único momento en el que la sangre avanza mucho mas rápida impulsada por los, ya casi olvidados, violentos saltos de su corazón, no precisamente de alegría. ¿No querías emociones? Pués no te quejes, no especificastes que clase de emoción querías. Ya no llora, si lo hiciera se volvería en algo tan monótono que perdería su verdadero valor, prefiere dejarlo para ocasiones especiales. Acostada en la cama enfrente del ordenador teme irse a dormir, sabe que cuando se acaban las distracciones vuelven las pesadillas, esas pesadillas que ella misma quiso liberarlas... Las liberó desde el momento que decidió hacer borron y cuenta nueva, su estúpida cuenta nueva que se suponía que era lo mejor, se suponen tantas cosas...

Mira el reloj y ve apenada que son las 0:16, hora de dormir. Mañana será otro estúpido día más.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Admitirla formalmente en tu vida.

Esta mañana desperté desorientada, no tenía el mínimo recuerdo de donde me podía encontrar. Cuando fui entendiendo los tonos anaranjados de mi habitación me invadió el aburrimiento y la odiosa rutina, como si se tratara de una persona de 50 años en vez de una de 16. Quizás he comprendido que ya no hay ninguna razón de peso para despertar...

He cortado la última cuerda que me ataba a la realidad, a vuestra realidad. Tarde o temprano iba a suceder, solo he adelantado lo inevitable. Ahora queda esperar a que el destino me arrastre entre las jodidas sombras. No voy a resistirme, no voy a actuar, ya no. A lo mejor deba dejar que despedacen mi cuerpo, es probable que eso hiciera que me alejara más. Quizás se esté mejor en un autismo finjido, cerca del suicidio emocional.

No encuentro fuerzas para ser Andrea, lo único que hago es cobijarme bajo el frío brazo de la autocompasión. Pierdo la esperanza de volver a ser ese alguien. Envejezco de golpe, por dentro me voy pudriendo con una rapidéz aplastante. Si las ganas de vivir se estan perdiendo ya ¿Que será lo que me deparará el futuro? Puede que ya no me depare nada...

La soledad, única amiga, puesto que si no puedes con ella mejor unirte y admitirla formalmente en tu vida.

Hoy dejo que mis propios buitres me despedacen, que despedacen este patético cuerpo que ha elegido el suicidio emocional como mejor solución y que ha desatado por propia voluntad a sus peores pesadillas.

martes, 3 de noviembre de 2009

Esclavo y amo.

Esclavos, esclavizados por nosotros mismos, de nuestros prejuicios y los de los demás. Esclavos de la ignorancia y estúpidez, tanto nuestra como de ellos. Nunca, NUNCA seremos libres. Intenta disfrazarte de despreocupación, quizás de el pego, pero sabes que solo es un maldito disfráz. Eres insconsientemente consciente de que eres un esclavo. Esclavo y amo, te esclavisan y esclavisas. Somos todos vasallos de la opinión, del pensamiento de los demás e incluso, a veces, del nuestro. Seguid gritando ¡LIBERTAD! Yo seguiré planteandome si en realidad lo somos, a lo mejor en algún aspecto sí, aunque tengo mis dudas sobre ello. Seguimos sintiendo el horrible dolor que producen los latigazos, originados por esas miradas, por esos susurros incomprensibles, pero te imaginas de que tratan.

Ahora no te hagas la víctima, te escupen y escupes mierda. Ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos. Aquí nadie se salva de salir escaldado, pero tampoco de ser verdugo. Cortamos cabezas continuamente, de una manera rutinaria, sin ni siquiera plantearlo. Puedes ir de "guay" por la vida, diciendo por ahí que tú llevas las riendas, que no hay nada que te límite: sigue mintiendote a ti mismo. Somos carroñeros por natulareza, devoramos sin piedad a lo diferente, a lo que nos desconcierta. Tememos a todo lo que sea contradictorio, tanto como ir a contra corriente. Podemos intentar soltarnos de las cuerdas que nos atan a nuestros amos, desear ser libres, incluso aparentar serlo, pero la libertad no existe. La libertad de la que yo hablo solo es un espejismo mentiroso, adulador e inalcanzable.

No me tomes por una pesimista estúpida, es más, te animo a intentar reducir tu esclavitud, pero con ello tu hipocresía.